Aquí podrá encontrar 3 fuentes de referencia para aumentar su repertorio de información respecto al problema del uso de pantallas en los más jóvenes.
Episodio 17
Estos días me he animado a realizar un estudio personal, más bien, un ejercicio de sondeo o de estimación porque no es propiamente un estudio científico ni mucho menos. Simplemente he preguntado a algunos niños mayores que asoman ya a la preadolescencia sobre su uso de pantallas y, mejor aún, sobre su tenencia de armas, perdón ¡menudo error!, de dispositivos móviles.
Evidentemente, es imposible extraer conclusiones y mucho menos proyectarlas a un grupo de la población inmenso como podría ser la “pre adolescencia” o “tardía infancia”, pero mucho me temo que estos números pudieran no alejarse demasiado de la realidad. Quizás, no deba llamar tanto la atención que todos ellos hubieran jugado alguna vez en su vida a videojuegos porque con que lo hubieran hecho una sola vez ya entrarían dentro de las estadísticas, pero lo que me ha llamado la atención es que la mayoría declaran “jugar habitualmente”. Siendo lo más ventajista posible, la mayoría querría decir al menos el 51% de ellos, lo que desde mi punto de vista es del todo preocupante.
Es evidente que la sociedad en su totalidad está alarmada con el uso indiscriminado de los aparatos tecnológicos o dispositivos electrónicos entre nuestros jóvenes, es decir del uso de las “pantallas”. Pero quizás, solamente lo estemos “aparentemente”, de lo contrario es poco comprensible cómo un simple paseo por la calle nos bombardea con imágenes de grupos de adolescentes riéndose a carcajadas entre ellos, pero todos con el móvil en su mano y hasta en ocasiones sin mirarse a la cara. Seguro que recuerda usted alguna escena parecida a una cuadrilla de preadolescentes sentados en un banco y todos con el cuello doblado mirando su dispositivo inteligente. O también, esas escenas bárbaras en las que bebés sentados en su carrito quedan asombrosamente hipnotizados con el traqueteo del paseo y las imágenes visuales del teléfono de sus papás orientados hacia ellos. Ni que decir tiene que ya no nos sorprende la estampa de una mesa de restaurante de una familia convencional en la que de una u otra manera hay tantos móviles como miembros de la familia. Lo que precisamente ya no suele darse es una conversación dinámica en la que participen el mismo número de ellos.
Pero no se trata de criticar a diestro y siniestro, porque esto que he descrito ya lo conocemos todos. Se trata de ser consciente de aquello que nos relató San Juan en su evangelio: <<quien esté libre de pecado que tire la primera piedra>>. Le confiaré un secreto, no seré yo quien tire esa primera piedra, ni mucho menos. Pero tomar conciencia es el primer paso para alejarse de conductas gravemente perjudiciales para nosotros y para nuestros hijos. Porque somos verdaderos referentes para nuestros hijos.
Soy consciente de que mis palabras no son más que eso, palabras que sustentan una opinión. Un punto de vista técnico y amparado desde la experiencia y el conocimiento, pero una opinión. Nada más y nada menos.
Sin embargo, quiero compartir con usted 3 fuentes de información o 3 propuestas que le harán reflexionar mucho mejor que mis palabras sobre el uso y abuso de las nuevas tecnologías. Le animo encarecidamente a que les dé una oportunidad a cada una de estas fuentes o recursos. El tiempo invertido valdrá la pena, se lo aseguro.
3 contenidos de información que albergan gran conocimiento dentro de ellos y cada uno con un nivel distinto de exigencia a la hora de su entendimiento y tiempo invertido. Elija usted, pero le recomiendo los tres.
El primero:
Sin ninguna duda el libro titulado “EL ENEMIGO CONOCE EL SISTEMA” de Marta Peirano. Aquí puede echarle un vistazo. Incalculable el nivel de conocimiento de esta autora sobre todo lo que internet sabe de usted y que usted no sabe que internet sabe. Si usted es padre, debe conocer esta obra para entender todo lo que internet ya conoce de su hijo. Aquí puede seguir a la autora en sus redes sociales.
El segundo:
EL documental titulado “EL DILEMA DE LAS REDES SOCIALES”. Aquí puede echarle un vistazo. De ninguna manera le dejará indiferente este documental con los principales ejecutivos de las gigantes tecnológicas hablando sobre el asunto. Le animo mucho a que lo vean en familia, todos juntos y así comprender cómo nos manipulan a todos. Aquí puede seguirles en sus redes sociales.
El tercero:
La película “LA CANCIÓN DEL MAR” de Tomm Moore. Una absoluta maravilla tanto visual como en su contenido. Y encima es irlandesa. Una lección de educación en emociones. El mejor de los últimos ejemplos con el que me he encontrado para justificar que no todo lo que aparece en las pantallas es malo, ni mucho menos. Este es un ejemplo de una belleza extrema, ojalá todas las películas infantiles fueran del estilo, así no tendríamos remordimientos al dejar a nuestros más pequeños enfrente de una pantalla. Aquí puede echarle un vistazo.
Que disfrute mucho de las tres fuentes y si está leyendo este artículo en una “pantalla”, está usted disfrutando de otro ejemplo de un uso responsable de su tablet o teléfono.
Silicon Valley, 12 de abril de 2021.
Dedicado a todos esos niños, preadolescentes y adolescentes que no tienen teléfono móvil. Si es que queda alguno por ahí.
Recomendación: Telefonía, Jorge Drexler.