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Mi hijo me pega

Le propongo para este Episodio 35, un ejercicio previo de pocos segundos.

Parémonos un momento para volver a leer detenidamente las cuatro palabras del título de este nuevo episodio. Mi – hijo – me – pega. Tomemos conciencia de lo que vamos a hablar.

Voy a intentar esta vez ser lo más sintético y conciso posible. Es un tema este de extrema gravedad y no veo cabida para los habituales guiños de humor o con las pinceladas de ironía. No, no es el momento, porque vamos a hablar de violencia y agresividad.

Si en su dinámica familiar, si en las relaciones que mantiene con sus familiares y en concreto con sus hijos, si se están dando situaciones en las que estos están utilizando el recurso de la fuerza física contra usted, debe tener bien claro dos conceptos antes de seguir leyendo.

  1. No es una situación normal la que usted está viviendo. Por mucho que los medios de comunicación quieran vender lo contrario, no, lo siento, lo que usted está viviendo lo viven muy pocas familias en relación con el global de la población española.
  2. Debe pedir ayuda ya. Mañana ya es tarde. Ayuda profesional, aquí ya no sirve solamente esa ayuda de familiares, círculo social o entorno próximo. No, usted necesita, y ya, ayuda profesional.

A continuación una pequeña justificación que fundamenta los argumentos de la conclusión final.

En 2005 inicié mi trayectoria profesional dentro del ámbito de la intervención con menores de edad sujetos a medidas judiciales. Primero, como educador en un centro de internamiento para el cumplimiento de medidas privativas de libertad en régimen cerrado. Posteriormente, en 2008 pase a formar parte de un equipo de Técnicos de Libertad Vigilada, igualmente atendiendo a menores de edad sujetos a medidas judiciales no privativas de libertad. Desde 2009 me especialicé exclusivamente en esa medida judicial, pero asociada únicamente a los casos de Maltrato Intrafamiliar Ascendente. Siempre en este ámbito hasta abril de 2020.

Esta ha sido la parte profesional y práctica más evidente de mi relación con dinámicas de violencia y agresividad dentro de las dinámicas familiares pero, como quizás sepan ustedes, he trabajado y trabajo también en el ámbito privado desde un enfoque puramente educativo y de orientación familiar.

No es cuestión de continuar desarrollando aquí mi CV, no se trata de venderle a usted nada de nada, se trata de dar peso a esa mítica frase de Nietzsche que se me quedó grabada a fuego lento en mi memoria cuando estaba leyendo “Así habló Zaratustra” y que rezaba así:

“Hace tiempo ya que viví las razones de mis opiniones”
Ciertamente un poco ostentosa e incluso pretenciosa, pero la realidad es inequívoca.

Si usted o alguien que usted conoce está viviendo una situación de violencia física en su casa, hay que pedir ayuda a la mayor brevedad posible. La violencia no va a desaparecer con el tiempo. No se trata de esperar a que se calme. No se trata de leer libros o escuchar podcast o realizar cursos, no. Eso está muy bien para el nivel de prevención, para evitar que conductas o actitudes de su hijo se incrementen y todo acabe como el «Rosario de la Aurora».

Pero si la violencia se ha entrometido en el salón de su casa, lo que necesita usted es ayuda profesional. Ya.

En mi libro “Cómo prevenir conflictos con adolescentes” hablo precisamente de eso, de las claves y propuestas de reflexión que puedan ayudarle a anticiparse y a prevenir conflictos con sus hijos. Dediqué algunos apartados no solo a la violencia explícita sino a proponer una serie de pasos para pedir ayuda profesional.

Le resumo aquí el más importante:
Debe buscar ayuda ESPECIALIZADA, su situación no requiere únicamente un profesional de intervenciones globales, su problema requiere un profesional o equipo de profesionales que sepan dar respuesta y leer las necesidades de su hijo y de la dinámica familiar en su conjunto. Que sepan trabajar en violencia familiar.

Si no sabe dónde buscarla, por favor escríbame, estaré encantado de orientarle en la búsqueda de profesionales dependiendo de su zona de residencia.

No caiga en el error fundamental del “Parálisis por Análisis”, es decir, no pierda el tiempo pensando y repensando qué es lo que van a hacer, porque el tiempo se nos escapa de entre los dedos como le decía Séneca a Lucilio y mañana ya es muy tarde. Puede que demasiado.

No haga caso a las webs sanadoras que le proponen 5 pasos magníficos y útiles para que su hijo deje de pegarle. Le cuento un secreto, esas webs tienen buena intención, no lo dudo, pero no son ciertas. Es imposible saber la razón o razones por las que su hijo es violento con usted, solo se puede saber si se analiza en profundidad y en exclusiva su caso.

Yo mismo elaboro y publico mucho contenido con el fin de aportar valor y utilidad a las familias, pero siempre desde un plano general y con contenido aplicable al común de las familias, nunca adentrándome en el terreno de la necesidad de individualidad.

Generalizar sobre aspectos generales es ayudar.
Generalizar sobre aspectos peligrosos muy concretos es perjudicar.

En Ordino, a 17 de junio de 2022.

Dedicado a Víctor Küppers, porque me leído del tirón 3 de sus libros y me ha enchufado alegría.

Recomendación: Tears in Heaven. Eric Clapton.